El espíritu de la tradición de Tárrega continuó a lo largo del siglo XX, gracias a la labor de Andrés Segovia (1893-1987). Aunque no fue alumno de Tárrega, Segovia llevó la idea del virtuosismo como intérprete al siguiente nivel, introduciendo a la gente de todo el mundo en la música de guitarra, a diferencia del modesto Tárrega, que prefería la intimidad de las pequeñas multitudes. Segovia demostró a los entusiastas de la música que la guitarra es digna de un estudio serio, y su colaboración con los compositores inspiró la mayor parte del repertorio que los guitarristas tocan hasta el día de hoy. La guitarra sigue ocupando un lugar de respeto en el mundo académico de la música. Muchos conservatorios y universidades ofrecen un programa de grado en el que la guitarra es el instrumento principal, algo inaudito incluso hace cincuenta años.
La música folclórica para guitarra progresó más o menos al mismo ritmo que la música "clásica" para guitarra. Desde la antigüedad, las guitarras y sus prototipos acompañaban a las danzas. Además, los cantantes utilizaban mucho estos instrumentos para acompañarse en las canciones. Una consecuencia de esta larga historia de la música folclórica fue el desarrollo del estilo musical claramente español llamado flamenco, que tuvo su mayor crecimiento en el siglo XIX. La música gitana andaluza se mezcló con el folclore tradicional de la región para dar lugar a esta animada música. Los guitarristas flamencos, llenos de espíritu competitivo, se esforzaron por conseguir material original y la potencia técnica necesaria para tocar la nueva música. Curiosamente, los flamencos suelen tocar "de oído", sin música escrita. De ahí que el desarrollo de la música flamenca haya crecido por imitación, compartiendo ideas y experimentando.
Ramón Montoya (1880-1949), una leyenda entre los aficionados al flamenco, desarrolló un gran número de adornos llamados falsetas, utilizados para rellenar los espacios entre las estrofas de las canciones, así como para dar un toque artístico a los acompañamientos del baile. Al principio, el flamenco era principalmente un estilo de música cuyo objetivo principal era acompañar a las canciones y los bailes. Hasta los tiempos modernos, las piezas flamencas se interpretaban como solos de guitarra. Hoy en día, sin embargo, los guitarristas flamencos solistas dan conciertos, interpretando improvisaciones que deleitan a sus fans con su deslumbrante habilidad con la guitarra.