Este toque, que hoy en día es más probable que se encuentre en forma de baile o en música para guitarra solista, recibe su nombre de los habitantes de dos provincias del norte de España, Asturias y Galicia. Estos pueblos, llamados farrucos, probablemente llevaron la música a Cádiz, donde se inició la forma. La farruca sólo se interpreta ocasionalmente como cante, ya que no es uno de los toques más intensos emocionalmente. Sin embargo, es un atractivo solo de guitarra. Los acordes de este toque suelen estar en las posiciones tonales de La menor, y a veces en otras tonalidades menores.