A primera vista, la guitarra flamenca se parece mucho a la guitarra "clásica". Sin embargo, hay diferencias significativas. La madera de ciprés español de color claro es el material elegido para los aros y el fondo de la guitarra flamenca, a diferencia del palisandro brasileño oscuro que se utiliza para fabricar las mejores guitarras clásicas. La diferencia en el material, combinada con las diferencias en el grosor de la madera, en las barras internas y en el tamaño de la guitarra, da a la guitarra flamenca su brillo penetrante, así como su respuesta vibrante. La guitarra clásica, en cambio, tiene un sonido más suave. Las guitarras flamencas tradicionales tienen clavijas para tensar las cuerdas hechas de ébano, palisandro u otras maderas duras fáciles de trabajar. Sin embargo, muchas de las guitarras flamencas actuales tienen clavijas para tensar las cuerdas, lo que hace que sean más fáciles de ajustar y de afinar. Sin embargo, muchos guitarristas prefieren utilizar clavijas. Las clavijas son más ligeras y duraderas, y producen un tono que tiene más carácter "flamenco".
La caja de resonancia de la guitarra flamenca tiene algunas similitudes con la de la guitarra clásica, pero también algunas marcadas diferencias. Llamada "tapa", la caja de resonancia es de abeto o cedro de grano fino, similar a la de la guitarra clásica. Para proteger la delicada superficie de la tapa de las uñas del guitarrista, la guitarra flamenca debe llevar unos golpeadores. Suelen estar hechos de plástico transparente, y en ocasiones de plástico blanco opaco. Los fabricantes de guitarras utilizan cedro o madera dura para fabricar el mástil, mientras que el ébano se utiliza para fabricar el diapasón. El puente es de palisandro brasileño, pero la cejuela y la cabeza del puente son de hueso. El puente de una guitarra flamenca es menos profundo que el de una guitarra clásica. La guitarra flamenca se diferencia de la clásica también en el diapasón. Su diapasón se inclina en la parte que cubre la tapa, lo que hace que las cuerdas estén más cerca del diapasón. Los fabricantes de guitarras utilizan lacas de poliuretano, normalmente teñidas de color naranja intenso, para dar un acabado brillante y duradero al cuerpo y al mástil. Algunos artesanos, sin embargo, prefieren los antiguos acabados a base de alcohol, que producen un color más claro y suave. La guitarra flamenca tiene una "acción" y una "respuesta" más rápidas, lo que le permite producir una brillantez sonora tanto en su tono como en su ataque.