En ocasiones, un guitarrista solista puede querer tocar dos partes simultáneamente. A primera vista, esto puede parecer imposible. Sin embargo, puede lograrse mediante la técnica del trémolo. Esta poderosa herramienta musical simula tanto una voz de agudos, que toca una línea melódica fluida, como una voz de bajos, que toca una contramelodía rítmica. Lo que parece una línea melódica fluida es ilusorio, una línea producida por notas que se repiten rápidamente, que suenan de forma similar a una mandolina.
Una ventaja de aprender el trémolo desde el principio es que la técnica en sí misma es un buen ejercicio que le ayudará a aprender una buena técnica de la mano derecha. El trémolo exige que tanto el pulgar como los dedos se muevan de forma independiente, controlando cada uno de ellos por separado. Es necesario practicar mucho antes de poder tocar a la velocidad que da la ilusión de dos instrumentos. Sin embargo, desarrollarás un control muscular independiente en el pulgar y los dedos. Si practica fielmente, siempre despacio, con un ritmo regular, pronto estará en el camino de tener una buena técnica de trémolo.
El trémolo flamenco
El trémolo, tal y como se toca en la música flamenca, tiene cinco notas por compás. Comienza con un golpe de pulgar en una nota grave, seguido de cuatro golpes de dedo de tirando en los agudos. La notación del trémolo es 'p'-'i'-'a'-'m'-'i'. Obsérvese que el trémolo flamenco tiene un golpe más que el de la guitarra clásica, escrito 'p'-'a'-'m'-'i'.
Debes mantener categóricamente un ritmo constante para crear la ilusión de una melodía fluida en la voz de los agudos. Golpea cada dedo de forma distinta, con igual fuerza y tono, con estricta regularidad espaciando los golpes con el pulgar y con cada dedo.
A menudo oirás a los músicos llamar al trémolo "un arpegio en una sola cuerda". Si lo ves de esta manera, te ayudará a centrarte en la uniformidad con la que debes medir y espaciar las notas. Oblígate a empezar despacio. Asegúrate de que los intervalos entre 'p', 'i'. 'a.' m' y 'i' sean iguales. Esta forma de verlo te ayudará a concentrarte en mantener las notas espaciadas uniformemente. Relaja la mano, moviendo los dedos principalmente desde los nudillos. No tengas la tentación de precipitarte en tu deseo de dominar la ilusión. Ten en cuenta que hacerlo lentamente también tendrá el beneficio añadido de mejorar tu control muscular. Si te precipitas, desarrollarás malos hábitos, que harán que el ritmo sea desigual, que no fluya con suavidad. Relájate. Tu velocidad llegará de forma natural si prestas atención a los detalles en la práctica.
El pulgar en el trémolo
El pulgar toca apoyando o tirando, dependiendo del efecto que se quiera conseguir. Cuando las notas de bajo suenan en una secuencia ascendente de cuerdas, como la sexta, seguida de la quinta, y luego la cuarta; el pulgar, si toca apoyando, sigue, golpeando cada una sin levantarse y girando hacia atrás después de haber tocado cada cuerda.
