El viejo dicho "la práctica hace al maestro" es especialmente cierto cuando se trata de cambiar acordes en la guitarra. Practica los cambios de acordes una y otra vez, moviendo la mano izquierda de una forma de acorde a otra. Al principio, mantén un ritmo lento, lo justo para no interrumpir el movimiento cuando cambies de acorde. Curve los dedos sobre los trastes, levantándolos a la menor distancia posible del diapasón para economizar el movimiento. A menudo, uno o más dedos pueden mantener el contacto con la cuerda durante el movimiento si necesitas utilizarlos para detener la misma cuerda en el siguiente acorde. Adopte esta técnica de ahorro de energía desde el principio. Practica cada movimiento con antelación, de modo que tus dedos se desplacen la menor distancia posible entre cada posición, manteniendo el pulgar en contacto con el mástil de la guitarra. Pronto desarrollarás buenos hábitos, así como una apariencia pulcra y trabajada de tu mano izquierda.
No se frustre, porque a los principiantes al principio les resulta difícil mover todos los dedos al mismo tiempo a sus nuevas posiciones. Para resolver este problema, coloca los dedos en los trastes en rápida sucesión, deteniendo las cuerdas en el orden en que deben sonar. Pronto, todos los dedos encontrarán su sitio automáticamente. Si desde el principio das importancia a la eficacia de los movimientos y mantienes la mente en lo que intentas conseguir, así como en la práctica fiel, pronto tus movimientos te saldrán sin esfuerzo, casi como si tus dedos supieran por sí mismos dónde ir, sin necesidad de que los mires.